lunes, 23 de abril de 2007

Una rosa para el recuerdo


Una semana después de la masacre en Virginia Tech algunos medios de comunicación siguen aportando detalles sobre la incomprensible personalidad del asesino, Cho Seung-Hui, su familia o el dolor de las víctimas.
Dos han sido los principales debates que han surgido a raíz de la tragedia: por un lado, cuáles son las causas que pueden llevar a un joven estudiante a acabar con la vida de sus compañeros, por otro, el eterno debate sobre la libre tenencia de armas en Estados Unidos.

Yo no logro explicarme qué motivos conducen a un ser humano a atentar contra la vida de otros. Lo único que puedo decir es que esto demuestra que las personas, por muchas nuevas tecnologías que desarrollemos, no dejamos de ser animales. "El hombre es un lobo para el hombre", decía Hobbes. Y acciones como éstas le dan desgraciadamente la razón.

Lo único que nos diferencia de las bestias es la cultura y la capacidad de amar (aunque hay animales que tienen ésta última más desarrollada que algunos seres humanos). Y lo que está claro es que Cho Seung-Hui no tenía ni la una ni la otra.

Respecto al debate sobre la libre tenencia de armas en Estados Unidos, éste es un debate que me entristece y me enfurece. Cada vez que se produce un episodio como éste en Estados Unidos la discusión se reabre inútilmente, ya que, los políticos saben mejor que nadie que cualquier propuesta de cambio al respecto sería impopular y les haría perder votos, así que, pasadas una semanas el debate acaba y la sociedad lo olvida.

Por eso, hoy que es Sant Jordi, una fiesta en que la sociedad catalana, a la que pertenezco, demuestra más que nunca su cultura y su capacidad de amar, no quiero llenar este blog con contribuciones a debates estériles que perecerán en el ir y venir de la actualidad informativa, sino que quiero dedicarlo a quien debería permanecer siempre en nuestro recuerdo.


Me refiero a las víctimas de la sinrazón humana y a todos aquéllos que viven día a día recordándolas. A los fallecidos en la tragedia de Virginia, a los que murieron el 11-S en Nueva York, el 11-M en Madrid y el 7-J en Londres, a las víctimas de ETA, a las más de 600.000 personas que han perdido la vida en la Guerra de Irak y a las grandes olvidadas, las víctimas de tantos conflictos africanos de las que nadie habla.

Hoy, en que los catalanes tenemos una rosa o un libro que nos recuerdan lo importantes que somos para alguien, quiero "regalar" estas rosas simbólicas a todas estas personas como muestra de que la sociedad las recuerda porque son importantes para todos.



2 comentarios:

jordi dijo...

Gràcies per les cibernètiques roses! Efectivament, el senyor Hobbes no tenia gaires dubtes sobre la naturalesa de l'home. Cap allà el 1750 (sinó recordo malament) ja deia que l'home, per naturalesa, no era gaire bo...
Què s'ha de fer llavors? Pactem. Tots acordem baixar el llistó i admetre que hi ha normes i que hi ha organismes que ens les han de fer complir. Als EUA el pacte és entre 'caballers': si tu dispares, jo disparu.
Galanteria o bogeria? La veritat, com una cabra, com un llum!!!

jordi dijo...

Efectivament m'he equivocat. 1750 és Rousseau.En hobbes va morir al segle XVII.