Con el nacimiento de la segunda hija de los Príncipes de Asturias, la infanta Sofía, queda prácticamente garantizado que quien reinará en el futuro en España, después del Príncipe Felipe, será una mujer.
Sin embargo, mientras la sociedad avanza lentamente en la lucha por la igualdad entre sexos la preferencia del “varón sobre la mujer” en la sucesión al trono permanece intacta en el artículo 57 de la Constitución. Una contradicción que demuestra lo mucho que queda por hacer para acabar de una vez por todas con la desigualdad.
Eliminar esta reminiscencia machista de nuestra norma suprema podría ser un primer paso para borrar también la discriminación que reina todavía en ámbitos como el mundo laboral y el familiar. La Constitución es suprema pero no es intocable y debe reflejar los principios que rigen una sociedad. Cuando este espejo se rompe corremos el peligro de que la sociedad deje de sentirse identificada con el acuerdo que un día la unió.
Por ello, es necesario y urgente cambiar la Constitución y revalidar así el pacto que representa. Esperemos que el nacimiento de la infanta Sofía, traiga, como su nombre indica, la sabiduría necesaria para afrontar este reto.
Sin embargo, mientras la sociedad avanza lentamente en la lucha por la igualdad entre sexos la preferencia del “varón sobre la mujer” en la sucesión al trono permanece intacta en el artículo 57 de la Constitución. Una contradicción que demuestra lo mucho que queda por hacer para acabar de una vez por todas con la desigualdad.
Eliminar esta reminiscencia machista de nuestra norma suprema podría ser un primer paso para borrar también la discriminación que reina todavía en ámbitos como el mundo laboral y el familiar. La Constitución es suprema pero no es intocable y debe reflejar los principios que rigen una sociedad. Cuando este espejo se rompe corremos el peligro de que la sociedad deje de sentirse identificada con el acuerdo que un día la unió.
Por ello, es necesario y urgente cambiar la Constitución y revalidar así el pacto que representa. Esperemos que el nacimiento de la infanta Sofía, traiga, como su nombre indica, la sabiduría necesaria para afrontar este reto.